domingo, 19 de febrero de 2012

IMPORTANCIA DEL AGUA

¿Cómo podría explicarse el singular comportamiento del agua en los organismos vivos?



El agua es el principal e imprescindible componente del cuerpo humano. El ser humano no puede estar sin beberla más de cinco o seis días sin poner en peligro su vida. El cuerpo humano tiene un 75 % de agua al nacer y cerca del 60 % en la edad adulta. Aproximadamente el 60 % de este agua se encuentra en el interior de las células (agua intracelular). El resto (agua extracelular) es la que circula en la sangre y baña los tejidos.




¿Cuáles son las funciones del agua en el ser humano?

Las funciones del agua , íntimamente relacionadas con las propiedades anteriormente descritas , se podrían resumir en los siguientes puntos:             

    En el agua de nuestro cuerpo tienen lugar las reacciones que nos permiten estar vivos. Forma el medio acuoso donde se desarrollan todos los procesos metabólicos que tienen lugar en nuestro organismo. Esto se debe a que las enzimas (agentes proteicos que intervienen en la transformación de las sustancias que se utilizan para la obtención de energía y síntesis de materia propia) necesitan de un medio acuoso para que su estructura tridimensional adopte una forma activa.

     Gracias a la elevada capacidad de evaporación del agua, podemos regular nuestra temperatura, sudando o perdiéndola por las mucosas, cuando la temperatura exterior es muy elevada es decir, contribuye a regular la temperatura corporal mediante la evaporación de agua a través de la piel.

Posibilita el transporte de nutrientes a las células y de las sustancias de desecho desde las células. El agua es el medio por el que se comunican las células de nuestros órganos y por el que se transporta el oxígeno y los nutrientes a nuestros tejidos. Y el agua es también la encargada de retirar de nuestro cuerpo los residuos y productos de deshecho del metabolismo celular.
   Puede intervenir como reactivo en reacciones del metabolismo, aportando hidrogeniones (H3O+) o hidroxilos (OH -)  al medio.


¿Cuáles son los diversos fenómenos en los que participa el agua?


Son muchos fenómenos en los que la naturaleza se ve afectada ya sea  positivamente o negativamente ocasionados por el agua, a continuación se presentan una serie de fenómenos de agua:
·         El agua,  al estar en estado líquido, entre sus moléculas pueden dispersarse otras sustancias, que quedan mezcladas sin perder su propia composición. A este fenómeno se le denomina dilución, por lo cual se dice que el agua es un gran solvente debido a que puede disolver una gran cantidad de sustancias, incluyendo el aire y otros gases, así como sustancias que normalmente son sólidas, como la sal o el azúcar.
·         También puede absorber calor, ya sea de los rayos solares o de otros orígenes, y desprenderse fácilmente de él en contacto con otras sustancias más frías, lo cual es otra propiedad de enorme importancia.
·         De todas las sustancias, es probablemente la que más fácilmente se presenta en los tres estados que puede tener la materia: líquido, sólido y gaseoso. Si bien en condiciones normales el agua es líquida y así aparece principalmente en la naturaleza, el agua puede evaporarse al estado gaseoso - lo que se llama vapor de agua - a temperaturas relativamente no muy altas, aunque para entrar en evaporación violenta, que se llama ebullición, debe alcanzar a una temperatura de 100 grados centígrados. En cambio, pasa al estado sólido cuando su temperatura baja de los cero grados, formando el hielo; aunque puede mantenerse igualmente en estado líquido a temperaturas bastante inferiores, hasta 25 grados bajo cero, en cuya situación se congela al ser agitada.

·         NIEBLA


La niebla es la condensación de minúsculas gotas de agua en el aire cercano al suelo. Puede ser desde una simple bruma o neblina hasta una niebla densa, que dificulte extraordinariamente la visión. Es un fenómeno que sucede cuando el aire más caliente y húmedo de las zonas próximas al suelo, o el que se encuentra por encima del agua de un río o del mar, se encuentra con una masa de aire frío que desciende. Se condensa entonces rápidamente el vapor de agua y se forman las gotas de niebla. La niebla se produce también por el aporte de humedad que supone una masa de agua o la evapotranspiración de masas boscosas. Este fenómeno es frecuente en las situaciones de anticiclón. También es muy habitual en algunas regiones tropicales, donde existen selvas muy húmedas en zonas montañosas a las que en ocasiones llega aire frío.

·         PRECIPITACIONES


La lluvia es la caída de gotas de agua de las nubes. La condensación hace que se formen gotas grandes que pesan tanto que no pueden permanecer en el aire y caen. La nieve se origina si en las nubes se forman pequeñísimos cristales de hielo y se agregan después formando los copos de nieve. El granizo es una precipitación de fragmentos de hielo. Se producen en el interior de nubes de tormenta, cuando el viento asciende muy rápidamente y se encuentra una capa de aire muy frío. Los fragmentos de granizo son lanzados hacia arriba y vuelven a caer, y se congelan y descongelan varias veces, por lo que son muy duros y, a veces, alcanzan un tamaño considerable.

·         ROCÍO Y ESCARCHA
El aire siempre contiene una cierta cantidad de vapor de agua. Si se enfría por la noche suficientemente, el vapor se condensa formando gotitas de agua sobre el suelo y las plantas. Estas gotas se mantienen por la mañana y se denominan rocío. Si sucede esta misma condensación cuando la temperatura está por debajo de 0 °C, se forma la escarcha. En este caso, el agua se condensa y se congela sobre la superficie de las plantas, las rocas y el suelo. En situaciones muy frías, la escarcha puede convertirse en lo que se denomina helada. En estas ocasiones, los campos pueden aparecer cubiertos por un manto blanco similar al de la nieve. Se trata de un fenómeno muy perjudicial para los cultivos.


¿Qué manejo debe dársele a los seres vivos según su deficiencia en contenido acuoso?

Actividad acuosa (denominada también «actividad de agua») se define como la relación que existe entre la presión de vapor de un alimento dado en relación con la presión de vapor del agua pura a la misma temperatura. Se denomina por regla general como aw del idioma inglés Water activity, aw ). La actividad acuosa es un parámetro estrechamente ligado a la humedad del alimento lo que permite determinar su capacidad de conservación, de propagación microbiana, etc. La actividad acuosa de un alimento se puede reducir aumentando la concentración de solutos en la fase acuosa de los alimentos mediante la extracción del agua (liofilización) o mediante la adición de nuevos solutos. La actividad acuosa junto con la temperatura, el pH y el oxígeno son los factores que más influyen en la estabilidad de los productos alimenticios.


PROTEINAS:  Las proteínas son biomoléculas formadas por cadenas lineales de aminoácidos. El nombre proteína proviene de la palabra griega πρωτεῖος ("proteios"), que significa "primario" o del dios Proteo, por la cantidad de formas que pueden tomar.

Por sus propiedades físico-químicas, las proteínas se pueden clasificar en proteínas simples (holoproteidos), que por hidrólisis dan solo aminoácidos o sus derivados; proteínas conjugadas (heteroproteidos), que por hidrólisis dan aminoácidos acompañados de sustancias diversas, y proteínas derivadas, sustancias formadas por desnaturalización y desdoblamiento de las anteriores. Las proteínas son indispensables para la vida, sobre todo por su función plástica (constituyen el 80% del protoplasma deshidratado de toda célula), pero también por sus funciones biorreguladora (forma parte de las enzimas) y de defensa (los anticuerpos son proteínas).
Las proteínas desempeñan un papel fundamental para la vida y son las biomoléculas más versátiles y más diversas. Son imprescindibles para el crecimiento del organismo. Realizan una enorme cantidad de funciones diferentes.
Las proteínas están formadas por aminoácidos los cuales a su vez están formados por enlaces peptídicos para formar esfingocinas.
Las proteínas de todos los seres vivos están determinadas mayoritariamente por su genética (con excepción de algunos péptidos antimicrobianos de síntesis no ribosomal), es decir, la información genética determina en gran medida qué proteínas tiene una célula, un tejido y un organismo.
Las proteínas se sintetizan dependiendo de cómo se encuentren regulados los genes que las codifican. Por lo tanto, son susceptibles a señales o factores externos. El conjunto de las proteínas expresadas en una circunstancia determinada es denominado proteoma.

CARBOHIDRATOS:   son moléculas orgánicas compuestas por carbono, hidrógeno y oxígeno. Son solubles en agua y se clasifican de acuerdo a la cantidad de carbonos o por el grupo funcional aldehído. Son la forma biológica primaria de almacenamiento y consumo de energía. Otras biomoléculas energéticas son las (lipidos) grasas y, en menor medida, las proteínas y los ácidos nucleicos.
El término "hidrato de carbono" o "carbohidrato" es poco apropiado, ya que estas moléculas no son átomos de carbono hidratados, es decir, enlazados a moléculas de agua, sino que constan de átomos de carbono unidos a otros grupos funcionales. Este nombre proviene de la nomenclatura química del siglo XIX, ya que las primeras sustancias aisladas respondían a la fórmula elemental Cn(H2O)n (donde "n" es un entero=De 3 en adelante; según el número de átomos). De aquí que el término "carbono-hidratado" se haya mantenido, si bien posteriormente se vio que otras moléculas con las mismas características químicas no se corresponden con esta fórmula. Además, los textos científicos anglosajones aún insisten en denominarlos carbohydrates lo que induce a pensar que este es su nombre correcto. Del mismo modo, en dietética, se usa con más frecuencia la denominación de carbohidratos.
Los glúcidos pueden sufrir reacciones de esterificación, aminación, reducción, oxidación, lo cual otorga a cada una de las estructuras una propiedad especifica, como puede ser de solubilidad.


 ÁCIDOS NUCLEICOS:  Los ácidos nucleicos son macromoléculas, polímeros formados por la repetición de monómeros llamados nucleótidos, unidos mediante enlaces fosfodiéster. Se forman, así, largas cadenas o polinucleótidos, lo que hace que algunas de estas moléculas lleguen a alcanzar tamaños gigantes (de millones de nucleótidos de largo).
El descubrimiento de los ácidos nucleicos se debe a Friedrich Miescher, quien en el año 1869 aisló de los núcleos de las células una sustancia ácida a la que llamó nucleína, nombre que posteriormente se cambió a ácido nucleico. Posteriormente, en 1953, James Watson y Francis Crick se encargaron de descrubrir el diseño del ADN,empleando la técnica de difracción de los rayos x.

ENZIMAS:  Las enzimas son moléculas de naturaleza proteica que catalizan reacciones bioquímicas, siempre que sean termodinámicamente posibles: Una enzima hace que una reacción química que es energéticamente posible (ver Energía libre de Gibbs), pero que transcurre a una velocidad muy baja, sea cinéticamente favorable, es decir, transcurra a mayor velocidad que sin la presencia de la enzima.2 3 En estas reacciones, las enzimas actúan sobre unas moléculas denominadas sustratos, las cuales se convierten en moléculas diferentes denominadas productos. Casi todos los procesos en las células necesitan enzimas para que ocurran a unas tasas significativas. A las reacciones mediadas por enzimas se las denomina reacciones enzimáticas.
Debido a que las enzimas son extremadamente selectivas con sus sustratos y su velocidad crece sólo con algunas reacciones, el conjunto (set) de enzimas sintetizadas en una célula determina el tipo de metabolismo que tendrá cada célula. A su vez, esta síntesis depende de la regulación de la expresión génica.

Como todos los catalizadores, las enzimas funcionan disminuyendo la energía de activación (ΔG‡) de una reacción, de forma que se acelera sustancialmente la tasa de reacción. Las enzimas no alteran el balance energético de las reacciones en que intervienen, ni modifican, por lo tanto, el equilibrio de la reacción, pero consiguen acelerar el proceso incluso millones de veces. Una reacción que se produce bajo el control de una enzima, o de un catalizador en general, alcanza el equilibrio mucho más deprisa que la correspondiente reacción no catalizada.
Al igual que ocurre con otros catalizadores, las enzimas no son consumidas por las reacciones que catalizan, ni alteran su equilibrio químico. Sin embargo, las enzimas difieren de otros catalizadores por ser más específicas. Las enzimas catalizan alrededor de 4.000 reacciones bioquímicas distintas.4 No todos los catalizadores bioquímicos son proteínas, pues algunas moléculas de ARN son capaces de catalizar reacciones (como la subunidad 16S de los ribosomas en la que reside la actividad peptidil transferasa).5 6 También cabe nombrar unas moléculas sintéticas denominadas enzimas artificiales capaces de catalizar reacciones químicas como las enzimas clásicas.














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